Arte Terapia: Fitness Mental para una Vida Plena

En los últimos meses hemos compartido actividades muy especiales que se salen de lo rutinario del ejercicio físico, y sin embargo fortalecen otro músculo igual de importante: la mente. Porque así como el cuerpo necesita estirarse, fortalecerse y moverse para mantenerse vital, la mente también requiere ejercicios de “mental fitness” que la mantengan ágil, enfocada, resiliente y creativa.

En nuestras clases hemos tenido experiencias profundas que me llena el corazón volver a recordar:

  • La meditación guiada con arcilla blanca, donde cada participante moldeaba un pedazo de arcilla con sus manos mientras escuchaba mi voz, sintiendo cómo cada respiración daba forma a ese material suave. Al final, escribieron una palabra sobre la arcilla para recordar su intención: un símbolo concreto de su estado interno transformado en arte.

  • El “campanazo” de gratitud, un momento donde, al sonar una campana, cada persona tenía la opción de compartir en voz alta una palabra o una frase en respuesta a una pregunta guía. Escuchar la voz de las demás, reconocer lo que cada una agradece, nos recordó que la gratitud se multiplica cuando se expresa.

  • Y nuestra más reciente actividad: escribir una postal como en los viejos tiempos, con papel, pluma y la intención de enviar un mensaje lleno de memoria, nostalgia y amor. Una de esas postales me la entregó el señor Luis Sabogal, quien me autorizó a compartirla con ustedes. Su carta se titula Mi Guardián y dice así, textualmente:


Mi Guardián
Por Luis Sabogal

“Hace como 30 años venía de una ciudad a dos horas de Bogotá mi destino y empezó a anochecer. Moría el día y nacía la noche. Una llanta se pinchó y el sitio no era el más seguro del camino. Yo tenía un poco de miedo cuando me bajé del carro, saqué la llanta de repuesta del baúl del vehículo y la herramienta. La noche llegaba apurada y el día desaparecía. Me puse una linterna en la boca y con un poco de miedo comencé a desatornillar la llanta, pero primero instalé el gato.

Mientras yo hacía esto, apareció un perro grande con una soga en el cuello que estaba cortada a la mitad. Yo me asusté. El perro batió la cola como si yo fuera su dueño y se sentó como a un metro de distancia. Yo respiré profundo y miré a la cara del perro y él me miró a mí, y comencé a cambiar la llanta. Al rato lo miré y el perro estaba tranquilo sentado en el mismo lugar. Volví a mi trabajo, puse la llanta que era pesada, lo miré nuevamente y él me miró.

Cuando terminé de cambiar la llanta, respiré profundo, volví la cara para acariciarlo, darle un pan y agradecerle... pero él se había ido. Dí gracias a Dios.”


¿No sienten que la mente y el corazón se activan al leer esto? Esta postal no es solo un recuerdo: es un acto de arte terapia, porque transformar una memoria en palabras es como pulir una joya escondida en el corazón.


¿Qué es la arte terapia?

La arte terapia es el uso de la creatividad —ya sea a través de la pintura, la escritura, el modelado, la música o cualquier otra forma de expresión artística— como una herramienta para el bienestar mental y emocional. No se trata de ser artistas profesionales, sino de usar el arte como un espejo del alma.

Cuando moldeamos arcilla, escribimos una carta o dibujamos un mandala, no estamos buscando la perfección estética. Estamos ejercitando la capacidad de expresar lo que sentimos, ordenar lo que pensamos y liberar lo que cargamos. Esa es la esencia de la arte terapia como técnica de mental fitness: entrenar la mente con la misma disciplina y cariño con que entrenamos el cuerpo.


El impacto fisiológico del arte en el cerebro

La ciencia respalda lo que sentimos en carne propia. Cuando practicamos arte terapia:

  • Se activan zonas del cerebro relacionadas con la memoria, la creatividad y la toma de decisiones.

  • Se produce dopamina, la hormona del bienestar, que contrarresta la ansiedad y la depresión.

  • El simple acto de usar las manos para moldear, escribir o pintar estimula la conexión entre hemisferios cerebrales, fortaleciendo la plasticidad neuronal.

  • A largo plazo, estas actividades funcionan como una prevención del deterioro cognitivo, porque mantienen el cerebro ejercitado como si fuese un músculo.


El impacto emocional y hormonal

Las emociones no son abstractas: se reflejan en nuestras hormonas. Por eso, cuando trabajamos con arte terapia:

  • Se regula el cortisol, la hormona del estrés, bajando los niveles de tensión y presión arterial.

  • Aumenta la oxitocina, vinculada al amor y la conexión social, cuando compartimos nuestras creaciones con otras personas.

  • Se estabilizan neurotransmisores como la serotonina, relacionados con el buen ánimo y la regulación del sueño.

En pocas palabras: cuando hacemos arte terapia, el cuerpo interpreta que estamos en un estado de seguridad y nos recompensa con calma, claridad y paz.


El impacto mental

El “mental fitness” no significa solo memorizar más, sino tener una mente entrenada para responder en vez de reaccionar. La arte terapia ayuda a:

  • Mejorar la atención plena, porque nos enfocamos en el presente al trazar una línea o escribir una palabra.

  • Fortalecer la memoria autobiográfica, recordando episodios significativos como el del señor Sabogal y dotándolos de sentido.

  • Ejercitar la resiliencia mental, porque aprendemos que incluso el dolor, la nostalgia o el miedo pueden convertirse en arte.


El impacto en la gratitud

Cada actividad que hemos hecho tiene un hilo conductor: la gratitud.

  • La palabra escrita en arcilla se convierte en un recordatorio físico.

  • El “campanazo” nos invita a reconocer, en comunidad, lo que agradecemos.

  • La postal revive recuerdos donde siempre hay algo que agradecer, incluso en situaciones de miedo o incertidumbre, como la compañía inesperada de un perro guardián.

La gratitud es un antídoto contra la queja y el pesimismo. Y cuando la ejercitamos con técnicas de arte terapia, se vuelve un hábito mental tan fuerte como un músculo bien entrenado.


El arte terapia y la memoria

Uno de los beneficios más bellos es cómo estas prácticas estimulan la memoria. La escritura de cartas, por ejemplo, no solo revive recuerdos: los organiza y los resignifica. Al hacerlo, el cerebro refuerza conexiones neuronales y evita que se oxiden recuerdos valiosos.

Para nuestros estudiantes mayores, esto es oro puro: mantener viva la memoria no solo es recordar, sino también darle un lugar emocional a la historia personal.


¿Por qué es “fitness” mental?

Porque al igual que levantar una pesa fortalece un músculo, moldear arcilla, escribir una postal o sonar una campana fortalece funciones cerebrales clave:

  • Atención

  • Creatividad

  • Memoria

  • Regulación emocional

El “mental fitness” es la gimnasia del alma y del pensamiento. Sin ella, podemos tener un cuerpo fuerte pero una mente frágil.


Continuaremos entrenando juntas

Estos encuentros de arte terapia no son eventos aislados: son parte de un entrenamiento integral donde unimos el cuerpo, la mente y el espíritu. Porque como bien dice el proverbio antiguo: “Mente sana en cuerpo sano.”

Y en mi voz lo traduzco así: una clase de yoga fortalece el cuerpo, una sesión de sonoterapia regula las hormonas, y una actividad de arte terapia ejercita la mente. Cuando combinamos todo esto, el resultado es una vida más plena, más creativa y más resiliente.

Así que prepárense, porque seguiremos explorando nuevas formas de fitness mental: desde pintar mandalas hasta escribir diarios, desde construir collages de gratitud hasta crear música con instrumentos simples. Cada actividad será una llave más para mantener la mente despierta, el corazón agradecido y el cuerpo vital.


Y tú, ya has probado tu “rutina de mental fitness”?
Déjame tu comentario en el blog: ¿qué actividad de arte terapia ha resonado más contigo hasta ahora?

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